Restaurante Seoul

No tiene perdida!

Ya están aquí las cenas de navidad! Y luego dicen de la crisis, con lo complicado que está el tema para reservar estos días… Por eso, mejor probar otras opciones y en vez de pegarnos la tradicional mariscada o chuletada pues nos hemos ido de coreano!

La comida coreana, esa gran desconocida… bueno, conocida pero por la leyenda urbana de que el manjar tradicional coreano es la carne de perro ( quién no ha visto todos esos reportajes sobre robos de perros en Corea? ). Pero bueno, en Méjico comen saltamontes, en el norte de Europa carne de caballo, … Tranquilos, que no cenamos carne de perro, sino una selección super sabrosa de platos típicos coreanos. Y dónde, pues en el Restaurante Seoul, muy cerquita de La Latina y la zona de Puente de Segovia. Lo mejor, es que como tienen dos plantas es perfecto para cenas con mucha gente 🙂

Os cuento, todas la mesas están equipadas con una barbacoa eléctrica para que te lo cocines tú todo en la mesa. Ah, y los palillos coreanos homologados: de metal! Sí, os aconsejo que practiquéis un poco antes de que traigan la comida porque resbalan. El truco, cogerlos por la parte central 😉  El ritual de comida coreana es muy parecido al nuestro, es decir, varios platos en el centro y a picar! La verdad es que te pidas lo que te pidas está todo muy bueno, y sobre todo distinto a lo que estamos acostumbrados. Como éramos un montón lo mejor fue encargar menú degustación para todos a un módico precio de unos 30 euros por persona ( el menú no incluye las bebidas pero esa fue la cantidad final que pagamos ).

y unos makis para abrir boca ...

Unas empanadillas

Vale, vale, que me estoy enrollando y no voy al detalle. Empecemos con los entrantes: nos fueron trayendo primero unas ensaladitas frías de verduras con aceite de sésamo buenísimas ( por qué cuando te compras el aceite y lo pruebas tú en casa no sabe igual? ) y unos makis ( ya sabéis, bolas de arroz con verduras envueltas en hojas de alga ) y salsa de soja para acompañar. Cuando ya estábamos empezando a cogerle el truco a los palillos, nos trajeron unas empanadillas coreanas así que más de uno las pinchó cual pincho moruno y para adentro! Por último, unas tortillas que llevaban pulpo y verduras y que me recordaban a las tortillas de camarón ( aquí más de uno usó las manos en vez de los palillos, je, je, … ) Todo esto regado con cerveza ( tienen españolas, coreanas, japonesas, … ) y vino de la casa. Lo que faltó es la estrella de los entrantes coreanos, el «kimchi», que es una ensalada fría de col picante. Pero la tienen, así que pedidla.

Arroz en perolo y noodles transparentes!

Y ahora la parte más sabrosa, el arroz y los fideos! Los coreanos tienen unos platos de    arroz   que cuecen en recipientes de hierro ( «bibimpap» ) y una vez que está cocido te lo sirve en la mesa, a veces con un huevo crudo en medio. La idea es empezar a mezclarlo todo dándole bien, sin miedo, y echar un poco de salsa picante que te traen aparte. Ojo, que el recipiente quema! Cuando has terminado de mezclar extiendes el arroz por las paredes y el fondo para que termine de hacerse, en plan socarrado y después de un par de minutos ya puedes empezar a comer. Los fideos ( «guksu» ) son más sencillos, sólo mezclar y coger lo que quieras. Además, son de los transparentes y están buenísimos!

Aquí llega la barbacoa corena!

Os preguntaréis, y la barbacoa en la mesa para qué está? Pues para platos como el siguiente, aunque como éramos muchos decidieron hacerlo ellos y trernos a la mesa la carne para que nos la comiéramos directamente. Nos trajeron ternera y pollo y unas hojas de lechuga con una salsa marrón ( no sé de qué pero muy buena ). Esto se come así: se coge una hoja de lechuga, se pone un poco de salsa marrón y después se cogen algunos trozos de carne y se ponen dentro de la hoja. Se cierra la hoja y se come con las manos. Está delicioso y eso que tampoco tiene mucha elaboración. Ah, si se os acaban las hojas, pedid más que os las reponen!

Como buen restaurante asiático los postres consisten en pastelillos de arroz y helados con sabores raros. Nosotros pedimos una selección de pastelillos y helados de té verde, sésamo y creo que vainilla ( es lo que tiene la comida asiática, que hay sabores que no reconoces ). Y nos invitaron a chupitos de licor de arroz, uno típico coreano que según un amigo nuestro es «lo que sudaría un coreano después de beber vodka». Ahí os dejo la reflexión 😉

Las coordenadas: C/Ronda de Segovia, 25

Para reservas, el téléfono:  913 650 087 .  Y para cotillear un poco: http://madrid.salir.com/seoul

Y para hacerlo más fácil, tienen menus formato plato-combinado, así podéis mirar las fotos y señalar directamente 🙂